¡Menuda convivencia!
¡Hemos vuelto! Menuda convivencia hemos tenido: juegos, risas, caminatas… ¡e incluso llantos! Será mejor que os contemos lo que hicimos poco a poco…
Todo comenzó la mañana del sábado 26 de febrero. Citados a las 7:15h en la puerta de la parroquia con las maletas listas, nos distribuimos en los coches y tomamos rumbo a Atienza, donde, con más o menos orientación,
llegamos alrededor de las 9.30h, hora perfecta para tomarse un café calentito.
Después visitamos el museo de San Gil en el que pudimos ver fósiles arqueológicos y una buena colección de pinturas. A la salida, los que quisimos, subimos al castillo medieval, desde donde pudimos disfrutar de unas vistas espectaculares de las profundas tierras de la Alcarria.
Los niños, y los no tan niños, recibieron un recuerdo de la visita a Atienza en la iglesia de San Bartolomé: unos fósiles y unos minerales muy bonitos. Al bajar, pasamos a visitar la iglesia de San Juan Bautista, y cogimos los coches con rumbo al albergue en el pueblo de Santamera. Al llegar nos repartimos las habitaciones, y tras dejar las bolsas cada uno en nuestro cuarto, salimos a pasear por el cañón que se alzaba a las orillas del Río Salado.
Tras la comida, y después de un juego de presentación para conocernos todos un poco más, disfrutamos de un divertidísimo juego. Terminamos la tarde con una ronda de juegos preparada por el grupo de jóvenes con el que cantamos, bailamos… ¡Muy divertido!
La cena vino precedida de un taller de estrellas interesantísimo preparado por Carlos Labajo con el que conocimos un poco más las constelaciones que existen y las estrellas más importantes. Antes de dormir, una pequeña oración y algún que otro juego de cartas acompañado de los dulces que algunos llevaron.
Una rica comida para reponer fuerzas, y recogida de bolsas en los coches para poner rumbo a Palazuelos, donde nos hicimos una foto en la casa de nuestro parroquiano Felix Lores. Esperamos, desde aquí, que le guste el detalle.
Después fuimos hacia Sigüenza, donde disfrutamos de una visita guiada por la Catedral. Al salir, algunos 
decidieron visitar el pueblo. Los demás, a causa del frío, decidieron tomar un café calentito. Alrededor de las 20.00h, cogimos los coches y en una hora y media nos plantamos en Madrid: cansados, pero muy satisfechos por el gran fin de semana vivido.
