Javierada’11 como preparación para la JMJ
¡Vaya fin de semana pasamos en Javier!
Salimos la tarde del día 11 de la parroquia San Juan de la Cruz a las 18.00h de la tarde. Fue un largo viaje en autocar. Alrededor de las 12.00h de la noche, llegamos al centro misional de Javier, a 2 kilómetros del castillo. Nos instalamos, y tras hacer un ruta rápida para buscar los baños, nos acostamos para intentar dormir algo antes del largo día que nos esperaba la mañana siguiente.
A las 7.00h, un grupo de seminaristas fueron los encargados de despertarnos al son de una guitarra, unos platillos y unos tambores. Desayunamos, y salimos rumbo a SOS del Rey Católico. Allí tuvimos laudes en la iglesia de San Esteban. En ella se encuentra la pila bautismal donde Fernando el Católico fue bautizado.
Después, tras una vuelta por el pueblo, comenzamos la peregrinación hacia el castillo de Javier, unos 15 kilómetros de marcha. Nos cubría un cielo nublado con probabilidad de lluvia, pero no fue hasta la parada para comer, a una hora del castillo, donde empezaron a caer unas gotas.
Tras andar la última hora de ruta, llegamos a la explanada del castillo de Javier, donde ya habían llegado grupos de toda España. Tuvimos la misa con el arzobispo de Pamplona monseñor Francisco Pérez que, casualmente, hace unos años era párroco de la parroquia Encarnación del Señor, de nuestro arciprestazgo.
Tras la misa, visitamos el castillo y el Templo y partimos hacia el albergue para ducharnos. Tras una rica cena, tuvimos una preciosa vigilia en la que pudimos rezar, cantar, y encontrarnos con el Señor cara a cara. A la vuelta, nos fuimos a dormir.
A la mañana siguiente, tras desayunar, recogimos nuestros bártulos, cargamos los autocares, y nos dirigimos a Leire, donde tuvimos laudes y una pequeña explicación por parte de un monje del monasterio sobre San Francisco Javier. Acto seguida, disfrutamos de una excelente catequesis con un seminarista del Seminario Conciliar de Madrid, Ángel, que nos estuvo contando su vocación.
Para finalizar, tuvimos la Santa Misa y a la salida, nos montamos en los buses, y pusimos rumbo a Madrid, donde llegamos a las 20.30h. Con sueño y cansados, pero con una gran sonrisa en nuestras caras.